Discurso Ser tutora es: "curarse un pasado construyendo un futuro..."


“No cortes las alas de una niña, déjala volar” 
Malala Yousafzai

Muy buenos días a todas las personas presentes, es un gozo estar aquí y ver reunida gente de buen corazón, y con la conciencia de saber que todos y todas podemos hacer un cambio a partir de la suma de nuestros esfuerzos, quereres y donativos, toda ayuda es muy importante por muy pequeña que esta sea; para que más mujeres puedan seguir estudiando el bachillerato y cambiemos juntas y juntos sus historias de vida.


Agradezco al Fondo Guadalupe Musalem por la oportunidad de estar ante ustedes y compartir mi humilde quehacer como tutora.

Mi nombre es Soledad Venegas Nava, actualmente formo parte del grupo de 24 tutoras mujeres ayudando a más mujeres a través del Fondo Guadalupe Musalem, todas ellas mujeres valiosas que entregan su dedicación para hacer de las 22 jóvenes becarias de bachillerato y 10 universitarias un camino más acompañado, quizás somos las adas madrinas, junto con todas y todos ustedes y el gran esfuerzo del gran equipo de trabajo (Lina, Martha, Rocío y demás compañeras) y todas las valiosas mujeres que han estado al frente desde su creación del fondo, sumando 119 mujeres que han sido transformadas sus vidas, gracias por su entrega y compromiso.

Contamos con grandes historias de mujeres egresadas, muchas de ellas hoy regresan a sus comunidades o espacios sociales, empresariales, educativos, de investigación, entre otros tantos logros, quienes en retribución ayudan a transformar la vida de más mujeres y hombres en sus comunidades de origen.



Ustedes y yo hacemos posible esto, al igual que más mujeres y hombres donantes quienes son conscientes de que la verdadera ayuda es ésta la solidaridad y la sororidad y que todas tenemos y podemos dar nuestra ayuda aunque pudiera parecer mínima, es muy importante y es posible.

Les comparto que he apoyado donando dinero, ayuda solidaria, voluntariado, he sido y soy tutora ya en varias veces, he apoyado en eventos, he dado mis servicios profesionales y he acompañado en el camino a varias jovencitas ayer, hoy mujeres con otro futuro, rompiendo estereotipos violentos y mejorando sus entornos.

Hagámoslo posible por ellas, así nos curamos un pasado y ayudamos a formar un futuro.

El ser tutora del Fondo Guadalupe Musalem, ha sido una gran oportunidad para compartir conocimientos, experiencias, saberes y cosmovisiones entre las jóvenes becarias y las tutoras.

He podido convivir e intercambiar experiencias con ellas, y los resultados han sido maravillosos: una simbiosis positiva y de crecimiento conjunto.

Las historias de vida se entrecruzan entre la tutora y la joven becaria, se curan pasados y se  forjan futuros, se lucha contra corriente, se disfruta el camino y los resultados. Ésta es una travesía que da importantes logros que llenan de luz y oportunidades a cada querida becaria, que da un paso más en la educación, en el liderazgo, en el empoderamiento… es un muro vencido y mejores oportunidades de vida.

Al apoyar a las mujeres becarias, también se apoya a la familia y a la comunidad, permitiendo hacer cambios significativos y representativos que proporcionen más oportunidades de mejorar su vida, que las hagan levantar el vuelo y volar con pensamiento crítico.

La educación es primordial y por ello sobran motivos de orgullo cuando ingresan a la universidad, venciendo retos académicos, personales, familiares, volcándose a ser libres, responsables y sobre todo con nuevas y más amplias perspectivas de sí mismas y en el incremento de sus propias capacidades.Es por lo anterior que ser tutora es un orgullo y un gusto enorme, cada visita, cada plática, cada intercambio de experiencias han ido entretejiendo un bello y hermoso vínculo en el que se vive intensamente cada lazo de amor y cada paso en este camino en el que andan becaria y tutora.

Ser becaria es una tarea que merece reconocimiento, por toda su historia de vida, ya que la mayoría de ellas hacen largos viajes desde su comunidad para asistir cada mes a sus talleres que les permiten conocerse a sí mismas y vencer sus retos, ayudándoles con sus materias de la escuela o dificultades, sus miedos, sus familias, su entorno; son mujeres valientes que luchan día a día por ser mejores, por ser las mejores de la clase, para ser las que comparten, las que ayudan, las que promueven la equidad y la  igualdad de oportunidades, las que luchan por un mejor mañana para ellas y su entorno.
Hoy las becarias, el Fondo Guadalupe Musalem y las tutoras, agradecemos a la comunidad de donantes por su gran compromiso, por darles mejores oportunidades con sus apoyos a nuestras jóvenes de comunidades indígenas de Oaxaca; eso les da la posibilidad de seguir estudiando y lograr cambiar su realidad.

Conocer a cada joven becaria y en especial a Diana Laura de San Felipe Tejalápam Etla Oaxaca, con un promedio de 9.2, estudiante de bachillerato próxima a egresar, de familia monoparental, la segunda hija de tres hermanos, le encanta el basquetbol y tiene un sueño… ser ginecóloga, pues le preocupa las personas que mueren de cáncer y la violencia intrafamiliar, quizás por lo que observa y vive en su entorno, y ¿cómo no?, a todos nos preocupa.

Diana al preguntarle sobre su futuro, ella lo platica con luz en sus ojos al verse como  “una mujer con una profesión y valerse por si misma”, para ayudar a su mamá y sus hermanos, ella ha atravesado por diferentes situaciones que la ponen triste y su futuro se ve nublado, ya que considera que cada día, ve que la vida es más difícil, pero sabe que a sus 17 años puede ser transformada su vida en libertad gracias al apoyo mensual que recibe de $2000 pesos y que los mismos están acompañados del importante empoderamiento que recibe por medio de sus talleres y cursos en el Fondo Guadalupe Musalem, conocerla ha sido un placer para mi y un reto para ayudarla a no perder el sueño en coordinación con el gran equipo de trabajo del fondo.

Estoy segura que con la suma de nuestros talentos, esfuerzos y donativos esta historia al igual que cada una de nuestras 22 becarias de bachillerato y 10 universitarias tengan un final muy satisfactorio, creando un camino menos sinuoso para lograr los sueños de cada una de nuestras becarias, como el de Diana convertida en una profesionista y futura ginecóloga.

Los invito a que más mujeres y hombres puedan sumarse a esta noble causa, se necesitan siempre corazones dispuestos, mentes pensantes y manos de acción para seguir generando conciencia, cambio, ayuda y crecimiento.

Todas y todos podremos lograrlo, es un esfuerzo colectivo.


Muchas gracias por su atención y disfruten del evento.
Gracias.
http://www.fondoguadalupemusalem.org/donar.html



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